En principio, la ayunoterapia sirve también para hacer un lavado intestinal, ya que el ayuno alivia a los intestinos, los que normalmente están acostumbrados a trabajar siempre a toda velocidad, y ayuda a reactivar su capacidad autoregenerativa.
El ayuno Buchinger o el método Schroth, pero también los tratamientos detox con smoothies y zumos favorecen a los intestinos aliviándolos.
Un ayuno tiene más posibilidades de éxito si el organismo se limpia al inicio.
En los ayunos clásicos, se suele utilizar sal o enemas de Glauber, con los que se vacían los intestinos.
Esto es para evitar que los residuos de comida en el intestino delgado, que no se excretan completamente por falta de comida, se pudran o se fermenten.
En el método Buchinger, por ejemplo, para empezar, la sal de Glauber se utiliza muy a menudo.