Ana Hotels Europa

El Ana Hotels Europa goza de una ubicación privilegiada en Eforie Nord, un encantador balneario en la costa del Mar Negro, famoso por sus recursos naturales curativos. Aquí le espera la combinación ideal de descanso y salud: el agua salada y el lodo mineralizado proporcionan la base perfecta para tratamientos terapéuticos beneficiosos y una estancia revitalizante. El hotel está rodeado de un extenso y cuidado parque propio que invita a relajarse y disfrutar. La playa privada, situada a solo unos 500 metros, es fácilmente accesible a través del parque y el paseo marítimo, y promete momentos inolvidables junto al mar.

El elegante restaurante con su encantadora terraza exterior invita a disfrutar de destacados platos culinarios en un ambiente relajado. Comience su día con un desayuno buffet rico y variado. Si opta por la media pensión o la pensión completa, le esperan deliciosos buffets al mediodía y/o por la noche, ofreciendo una amplia selección de platos, desde especialidades tradicionales rumanas hasta platos internacionales que satisfacen todos los gustos. Para bebidas refrescantes y aperitivos ligeros, están a su disposición la elegante Lobby Bar y la Pool Bar. Ya sea un café por la mañana, un cóctel frutal por la tarde o un vaso de vino por la noche, las barras proporcionan el entorno perfecto para concluir el día.

El protagonista es la atractiva piscina exterior, que ofrece diversión y relajación tanto para adultos como para niños. Para los más pequeños, hay una piscina infantil separada, diseñada específicamente para sus necesidades, donde pueden chapotear y jugar con seguridad.
Alrededor de la piscina se extiende una soleada terraza, perfecta para relajarse y disfrutar del entorno. Cómodas tumbonas le permiten aprovechar al máximo los cálidos rayos del sol, mientras que los parasoles proporcionan una sombra agradable. También en la cercana playa privada, tumbonas y parasoles están a su disposición, permitiéndole disfrutar de la fresca brisa marina y de las vistas a la costa del Mar Negro.

Un destacado atractivo es la piscina de agua salada, llena con el agua curativa del famoso lago Techirghiol. Aquí puede dejarse llevar y beneficiarse del poder natural del agua salada. Además, tiene a su disposición tratamientos de lodo reconfortantes, conocidos por sus propiedades regenerativas y terapéuticas. En el exclusivo ANA HEALTH SPA, que se extiende sobre impresionantes 2.000 m² (abierto diariamente de 9 a 18 h, de pago), le espera una amplia selección de ofertas de relajación y salud: piscina de agua termal (aprox. 31°C), jacuzzi, sauna finlandesa, baño de vapor y gimnasio.

El SPA también impresiona con una amplia gama de tratamientos como envolturas y baños de lodo curativo, envolturas corporales, tratamientos de ultrasonido, masajes, así como las más modernas terapias de electro, hidro, láser y mesoterapia, y tratamientos anti-envejecimiento. Para su salud y bienestar, fisioterapeutas experimentados y un médico están disponibles directamente en el hotel. Así, los tratamientos pueden ser personalizados según sus necesidades. El SPA utiliza productos de alta calidad de marcas renombradas como Aslavital y Gerovital, conocidos por sus propiedades nutritivas y regenerativas.

Indicaciones: Parkinson, reuma, estrés, hipertensión, depresión, trastornos metabólicos, enfermedades de la piel, problemas femeninos, diabetes y sistema inmunológico.

Por favor, tenga en cuenta que la piscina interior de agua salada está abierta para los clientes que han reservado paquetes, por aprox. 30 minutos al día.

Visite el Tropaeum Traiani (a 60 km de Constanza), un antiguo hito cuya magnificencia recuerda a la Columna de Trajano. En el corazón del cristianismo rumano se encuentra la legendaria Cueva de San Andrés, una hermosa iglesia construida en piedra que lleva el nombre del hombre que introdujo el cristianismo a las orillas norteñas del Danubio. Realice una excursión a la fortaleza de Histria, la ciudad más antigua de Rumanía construida en el siglo VII según los comerciantes griegos de Mileto. La ciudad antigua fue descubierta en 1914 por un conocido historiador rumano y fue una de las ciudades comerciales más importantes al oeste del Mar Negro. Las ruinas de la fortaleza de Tomis, construida hace más de 2.500 años por navegantes y comerciantes griegos de Mileto, se ubicaron en el lugar de la actual ciudad de Constanza. En la fortaleza había numerosos templos y edificios, baños termales, talleres de mármol, nuevas calles y barrios, algunos de los cuales se han conservado y son visibles hoy en día en toda la ciudad de Constanza.