Tanque de flotación
Historia y tradición: ¿de dónde proviene el tanque de flotación?
Los orígenes del tanque de flotación se remontan a la década de 1950. Como parte de las investigaciones de la NASA, el neurocientífico John C. Lilly desarrolló unos tanques especiales de agua salada para estudiar los efectos de la privación sensorial en el organismo humano.
Los candidatos al entrenamiento de astronautas eran enviados a estos tanques flotantes, donde la elevada flotabilidad del agua salada los ponía en un estado de ingravidez casi total.
Lilly descubrió que este entorno inducía una relajación profunda comparable a la que se experimenta al dormir o meditar. Estos primeros experimentos se consideran la base científica y los precursores de los modernos flotadores.
Características: ¿qué tiene de especial un tanque de flotación?
Los balnearios modernos ofrecen piscinas flotantes llenas de agua salada. Algunas están diseñadas para estar abiertas, como las piscinas de inmersión, y otras parecen grandes bañeras que pueden cerrarse con una tapa. La temperatura del agua corresponde a la del cuerpo humano, entre 35 y 37°C. Pueden incorporarse diversos efectos audiovisuales para potenciar el efecto de relajación. En cambio, el aislamiento en las piscinas flotantes cerradas garantiza oscuridad y silencio.
¿Cómo se utiliza un tanque de flotación?
1. Ducha previa: antes de entrar, es necesario ducharse para mantener el agua del tanque limpia y libre de impurezas.
2. Entrada: se accede a una piscina con agua salada altamente concentrada (sulfato de magnesio), a temperatura corporal.
3. Flotación: el cuerpo flota de forma natural y sin esfuerzo. El entorno es oscuro, silencioso y libre de estímulos para favorecer una experiencia sensorial profunda.
4. Relajación: durante unos 60 minutos, se disfruta de un estado de ingravidez, sin ruido, sin luz y sin cambios de temperatura. Esto permite una relajación completa del cuerpo y descanso mental.
5. Ducha posterior: al finalizar, se recomienda ducharse nuevamente para retirar la sal de la piel.
Indicaciones: ¿cómo funciona una sesión en un tanque de flotación?
Pasar tiempo en una piscina flotante puede tener numerosos efectos positivos sobre el cuerpo y la mente:
- Reducción del estrés y relajación mental
- Alivio de la tensión muscular
- Mejora de la calidad del sueño
- Disminución de la tensión arterial
- Fomento de la concentración y la creatividad
Contraindicaciones: ¿cuáles son los efectos secundarios de una sesión en una piscina flotante?
Las cabinas cerradas de flotación pueden resultar incómodas para personas con claustrofobia. Este riesgo no existe en las piscinas de flotación abiertas. No se conocen contraindicaciones médicas relevantes, pero se recomienda evitar la flotación en caso de heridas abiertas o afecciones cutáneas.
Conclusión
Lo esencial sobre un tanque de flotación
- 1. Un tanque de flotación es una piscina de agua salada que permite al cuerpo flotar en el agua.
- 2. La flotación crea un estado de trance y relajación para el cuerpo y la mente.
- 3. Se alivian los dolores musculares, baja la tensión arterial y el cuerpo libera hormonas de la felicidad.
- 4. Flotar en un tanque es una experiencia segura y beneficiosa para el bienestar.
FAQ - Más preguntas sobre el tanque de flotación
Según el proveedor y el equipo, una hora cuesta entre 35 y 80€.
Una sesión de flotación dura entre 40 y 60 minutos.
La experiencia es más efectiva al flotar sin ropa, ya que así no se interfiere con la sensación de ingravidez ni con la relajación.
No hay un límite máximo establecido. Una sola sesión puede ser beneficiosa, aunque se recomienda una práctica regular para potenciar los efectos.
Se recomienda ducharse antes de entrar, mantener una actitud tranquila y evitar perfumes o aceites en la piel.