A. M. Beer et al.
noviembre 2003
Fangoterapia
Los baños de turba y barro se han utilizado con éxito durante siglos con fines terapéuticos, sobre todo por su efecto térmico. En un estudio experimental realizado en el Hospital Santa Isabel se investigaron las propiedades térmicas de la turba de pantano elevada y el barro terapéutico de Pomorie (Bulgaria) y se compararon con las de un baño de agua.
Se midieron parámetros importantes como la capacidad calorífica específica, la densidad, la velocidad de enfriamiento, el coeficiente de transferencia de temperatura y la conductividad térmica. Los resultados mostraron que los baños de turba y barro tienen una capacidad de almacenamiento de calor significativamente mayor que los baños de agua. Esto se debe principalmente a la elevada viscosidad dinámica de los peloides, que impide el enfriamiento convectivo y protege mejor la piel a temperaturas más elevadas.
El estudio confirma así el superior efecto calorífico de los baños de turba y barro, lo que refuerza aún más su eficacia en el tratamiento de dolencias reumáticas y otras enfermedades crónicas.
Antienvejecimiento / Rejuvenecimiento
Fangoterapia
Toyoki Maeda et al.
diciembre 2017
El estudio revela el efecto antienvejecimiento de los baños de barro en personas con fibromialgia: beneficios terapéuticos destacados.
Fangoterapia
Reuma / articulaciones / artritis
Luis Espejo Antúnez et al.
marzo 2001
El estudio demuestra que la fangoterapia alivia el dolor de artrosis de rodilla, mejora la calidad de vida y reduce el uso de medicación.
Fangoterapia
Osteoporosis / huesos
A. Loi et al.
julio 2013
El estudio demuestra que los baños de barro pueden reducir el riesgo de osteoporosis y mejorar la densidad ósea.